Campaña: Prevención de resbalones y caídas (WalkS.A.F.E.)

Si bien las condiciones climáticas que aumentan las posibilidades de resbalarse en superficies exteriores no pueden controlarse, los resbalones y las caídas pueden evitarse o reducirse si se presta mucha atención al estado de las aceras, los cordones y los espacios de estacionamiento, y al mantenimiento de estos. Para comenzar, vamos a definir los diferentes tipos de precipitaciones intensas:

Granizo

• Por lo general, comienza como nieve en un nivel alto de la atmósfera, que se derrite hasta convertirse en lluvia por la acción de una pequeña capa de aire cálido y luego se vuelve a congelar en forma de granizo al entrar en contacto nuevamente con el aire frío.
• Riesgos: el granizo rebota contra el suelo y puede acumularse como la nieve. Cuando esto sucede, su peso es tal que puede provocar daños a árboles, estructuras y líneas eléctricas.

Lluvia helada

• Al igual que el granizo, la lluvia helada también comienza en forma de nieve, pero choca contra una capa más grande de aire cálido que la derrite hasta convertirla en lluvia, y se congela al llegar al suelo. Para que la lluvia se convierta en lluvia helada, las condiciones de la superficie deben ser de 32 grados (punto de congelación) o menos.
• Riesgos: la lluvia helada hace que conducir, e incluso caminar, sea extremadamente peligroso.

Nieve

• Cuando las temperaturas atmosféricas alcanzan el punto de congelación o están por debajo de este, y no hay capas de aire cálido atrapadas entre la atmósfera superior y el suelo, el resultado es la nieve.
• Riesgos: la nieve húmeda es, en general, muy pesada y quitarla con palas puede presentar un peligro extra. La nieve seca se produce cuando las temperaturas son muy frías, y crean copos de nieve diminutos y volátiles que se dispersan y causan problemas de visibilidad para los conductores.

Hielo negro

• Esta fina capa de hielo transparente se mezcla con la superficie del suelo. Puede formarse como resultado de la niebla o el rocío matutinos, o a la tarde cuando el sol calienta la superficie congelada lo suficiente como para derretir una fina capa de humedad que luego vuelve a congelarse.
• Riesgos: el hielo negro puede encontrarse en lugares que no reciben luz solar, como debajo de puentes o árboles, o a la sombra de los edificios. Puede sorprenderlo cuando menos se lo espera.

Contar con el calzado adecuado es fundamental para evitar accidentes por resbalones y caídas en el trabajo. Debido a las condiciones impredecibles y, a menudo, peligrosas de las condiciones climáticas adversas, es esencial que el calzado proporcione la mayor estabilidad posible.

Consejos para calzado resistente a los resbalones:

• La suela del calzado es la parte que está en contacto con la superficie que se pisa, y la profundidad y separación de las acanaladuras o ranuras es importante. Un patrón de ranuras con poco espacio entre ellas o con poca profundidad no permitirá que los líquidos se dispersen correctamente y puede crear un posible efecto de hidroplaneo.
• Inspeccione la suela del calzado de manera periódica y reemplácelo cuando note un desgaste significativo.
• Busque un zapato que le calce bien: si la bota es demasiado grande puede hacer que se tropiece, pero si es demasiado ajustada puede causar problemas de circulación y aumentar el riesgo de congelación.
• El aislamiento es importante: el forro de fibras sintéticas ayuda a mantener el calor en el interior del calzado sin que el frío penetre. Busque materiales como neopreno, Sherpa o vellón.
• Botas impermeabilizadas con aerosol o cera, según el material del calzado, para ayudar a mantener los dedos de los pies secos y sin humedad.
• En el caso de superficies extremadamente peligrosas, como nieve compacta o colinas resbaladizas, considere el uso de crampones para hielo en sus zapatos o botas para tener mayor tracción.
• Y, por último, considere quitarse las botas y ponerse calzado seco luego de entrar a un edificio para reducir el riesgo de resbalones y caídas.

Otros factores importantes que hay que tener en cuenta en relación con el calzado son la facilidad de uso y el costo.

Conducir en condiciones climáticas adversas puede generar una situación peligrosa. A continuación, se incluyen algunas consideraciones que debe tener en cuenta antes de salir a la carretera:

Prepare su vehículo:

• Póngalo a punto y asegúrese de verificar los niveles de la batería.
• Verifique el refrigerante del radiador y la solidez de las mangueras y las correas.
• Controle que las luces delanteras, las luces traseras y las luces direccionales no estén quemadas.
• Controle el desgaste y el dibujo de los neumáticos: el dibujo mínimo para una tracción adecuada es de 1/16".
• Asegúrese de que los frenos funcionen correctamente.
• Guarde líquido limpiavidrios en el maletero y asegúrese de que los limpiaparabrisas estén en buen estado.

Prepare un kit de emergencia:

• Al menos, dos mantas
• Linterna o farol con baterías, y baterías adicionales
• Cables de arranque
• Balizas de emergencia
• Ropa adicional, en particular, botas, sombreros y mitones
• Una pala de acero y soga
• Agua o jugo embotellados, y refrigerios no perecederos (barras de granola, pasas de uva, etc.)
• Kit de primeros auxilios y medicamentos necesarios
• Arena o piedras para gatos que no se aglomeran para la tracción de los neumáticos para cuando el vehículo queda atrapado en nieve o hielo